Rowenta DG9222F0 - Centro de planchado SILENCE STEAM PRO Color Azul
260€
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Blog / ¿En qué fijarse al comprar centro de planchado?
Una de las ventajas en cuanto a eficiencia que tienen los centros de planchado es que disponen de un depósito más grande que las planchas convencionales. Además, tienen el añadido que el depósito se mantiene independiente de la plancha, por lo que pesa mucho menos. Por estas cosas y más, es bueno saber cómo comprar un centro de planchado.
Actualmente, se pueden encontrar una gran variedad de modelos. Normalmente, cuanto más precio tengan, más funciones contendrán, aunque no siempre suele ser así. Aquí os contaremos cuáles son las funciones a tener en cuenta para escoger el centro de planchado que mejor se ajuste a cada necesidad.
Si estamos pensando en conseguir un centro de planchado, tenemos que saber que tiene una serie de ventajas:
Aunque un centro de plancha tenga sus ventajas, no siempre vale para todos los usos. Podemos usar el centro de planchado:
A la hora de comprar un centro de planchado, tenemos que poner atención a una serie de características y funciones:
Es importante conocer cuánto tarda en coger temperatura el dispositivo. El vapor ha de alcanzar la presión necesaria para salir con fuerza y con el caudal adecuado para planchar. En los modelos más antiguos se tardaba de 10 a 12 minutos. Por suerte, actualmente los modelos de centro de planchado tardan entre 2 y 3 minutos según la potencia.
Cuanta más capacidad tenga el depósito, más vapor va a generar y más rápido será el planchado. Es importante que el depósito sea extraíble para rellenarlo sin tener que esperar a que el aparato se enfríe. Así mismo, podemos buscar un modelo con un depósito transparente para poder ver con facilidad el agua que queda en su interior, así como leer el nivel de agua.
Podemos encontrar tanques de 1.4 litros hasta aquellos que tienen apenas 0.5 litros.
Por autonomía entendemos el tiempo que nos permite el aparato para planchar, que dependerá de la capacidad del depósito y la cantidad de vapor que usemos. Podemos encontrar centros de planchado con autonomía.
Es la fuerza con la que sale el agua y se mide en bares. Cuanto mayor sea la presión, más facilidad tendrá el planchado para alisar las arrugas. Así mismo, de la presión depende mucho el precio del aparato.
Lo ideal es que la presión esté entre los 4-5 bares, aunque en el mercado podemos encontrar centros de planchado de unos 2 a 3 bares con menor precio.
Los fabricantes suelen indicar en la etiqueta energética la potencia que necesita la plancha para funcionar. Normalmente se mide en vatios (W), teniendo como referencia un centro normal unos 1000 a 3000 W de potencia.
No podemos negar que los centros de planchado son pesados, pudiendo llegar a pesar unos 5 o 6 kg., aunque tiene la ventaja de que solo usamos la plancha para realizar la tarea, ya que el depósito es independiente. Eso hace que la acción de planchar sea más ligera y llevadera.
La salida de vapor se denomina caudal y una medida aceptable de caudal está entre los 90 y 120 g/minuto. En el mercado podemos hallar centros de planchado que disponen de la función “golpe de vapor”, que ofrece un disparo de vapor potente para las arrugas que sean más rebeldes o para un planchado en vertical.
Lo habitual es que incorporen un golpe de vapor entre 240 y 260 g/minuto, aunque se pueden encontrar modelos que alcancen los 300 a 400 g/minuto. Incluso los más potentes pueden proporcionar hasta 500 g/minuto como golpe de calor.
Otro elemento a tener en cuenta y que determinará la duración del centro de planchado es la suela o base de la plancha. Las suelas de aluminio consiguen una menor capacidad de deslizamiento, menos resistencia a los arañazos y suelen ser más complejas de limpiar. Por otro lado, las fabricadas en acero inoxidable son más resistentes, tienen buena capacidad de deslizamiento y suelen rayar menos. Así mismo hay otros materiales como cerámica con un buen deslizamiento, distribuyen uniformemente el calor, con sencillas de limpiar y son duraderas.
Por último, la novedad ahora es el paladio, que posee las mismas ventajas que la cerámica, pero con la tecnología de irse limpiando a medida que van planchando.
Los centros de planchado necesitan vapor para funcionar correctamente, por lo que el agua es un elemento esencial. Eso sí, siempre conviene llenar el depósito con agua de baja mineralización (también denominada agua suave). Cuanta más alta sea la dureza del agua, mayor es la cantidad de minerales que contiene, por lo que es más propensa a crear cal. La cal puede provocar obstrucciones en los agujeros de la plancha, obstruyendo la salida de vapor.
Es importante usar agua de baja dureza y que el modelo disponga de función antical. Consiste en un filtro que se cambia de vez en cuando o un sistema de filtrado que desecha de forma automática la cal en un depósito hasta que se necesite vaciarlo, lavarlo y ponerlo de nuevo en su lugar.
Los centros de planchado han de estar conectados a la electricidad para poder funcionar, por lo que es común considerar que su uso puede afectar en la factura energética. La verdad es que muchos centros de planchado disponen de eficiencias energéticas superiores a la B, es decir, que son bastante eficientes y nuestro gasto energético no será muy grande.
Así mismo, existen modelos que tienen la función o modo ECO, también denominado modo ecológico. Con esta función los centros reducen la cantidad de energía eléctrica que consumen, a cambio de ceder algo de presión al expulsar vapor.
Como conclusión, si eres de los que planchan mucha cantidad de ropa o te gusta todo bien liso y sin arrugas, es mejor para ti comprar un centro de planchado. Es un recurso bastante habitual en familias numerosas que suelen planchar mucha ropa, o aquellos que prefieren planchar de forma vertical las prendas.