Balay 3EB765LQ - Placa vitrocerámica de 60 cm de ancho 3 zonas, una de 28 cm
283€
¿Te acuerdas de las bombas de gas y los fuegos de cocina que había que encender con cerillas o quemador? Hoy en día, miles de hogares ya no usan este modelo, sino que han optado por instalar una vitrocerámica. Ofrecen gran comodidad y facilidad de limpieza, aunque tampoco están exentas de sufrir averías. ¿Qué puedo hacer si la vitrocerámica no enciende?
Causas por las que no enciende la vitrocerámicaAl ser un aparato eléctrico, una de las primeras averías que descartar es que el enchufe y el sistema eléctrico funcionen a la perfección. Si la corriente ha dejado de funcionar es posible que se deba a un fallo en esta. Para evitar riesgos, es mejor en estos casos contar con un técnico especializado.
Si ese no fuese el problema, es posible que el fallo venga de la propia vitrocerámica. Lo ideal es comprobar que el cable esté en buenas condiciones para descartar la avería y que no se encuentre bloqueado el cuadro de mandos.
Es posible que el cuadro funcione a la perfección, pero el piloto de encendido y apagado haya dejado de funcionar y, por ello, no se pueda ver que la placa está bloqueada. Para valorar el funcionamiento, hay que comprobar los giratorios para ver si están bien ajustados o no. En caso de que sean táctiles, la revisión es más compleja y habrá que acudir a un técnico especialista.
La mayoría de veces en que una placa de inducción no enciende, es debido a que no detecta adecuadamente la sartén o el cazo con que se va a cocinar. Lo primero es saber si el recipiente es compatible con la placa de inducción.
Para ello, hemos de realizar la prueba del imán. Esta consiste en colocar un imán en la base del menaje y, si este se adhiere a los recipientes, significa que son compatibles y, si no es así, entonces habrá que conseguir unos adaptados para placas de inducción.
Puede ser que uno de los sensores que detecta los recipientes esté averiado. En ese caso, podemos realizar la prueba del imán y, si ocurre, lo más probable es que sea necesario sustituir el sensor averiado.
Puede ocurrir que pongamos alimentos a máxima potencia en la placa y comprobemos que no funciona. Antes de determinar que toda la placa está dañada, tenemos que comprobar que todos los fuegos estén rotos o solo uno. Y para eso, basta con encenderlos uno a uno.
Si el error se da en todos los fuegos, tenemos dos posibles motivos. Por un lado, la conexión de los quemadores en el interior del sistema ha fallado o, bien, los relés han dejado de funcionar o no están conectados.
Los relés son piezas que se sitúan en el interior de la vitro y funcionan como interruptores para ayudar a pasar la corriente eléctrica.
Por el contrario, el fusible es una pieza encargada de bloquear el paso de la corriente en un circuito eléctrico cuando esta es excesiva para evitar sobrecargas. Para comprobarlo, hay que levantar la placa usando un destornillador plano u otra herramienta que haga de palanca.
Nada más levantarla, podrás comprobar si el fusible está o no fundido ya que tiene forma de cápsula, por lo que la localización es sencilla.
Aunque no es un hecho común, es posible que la avería se localice en un único fuego. El problema puede proceder de la rotura en el hilo de la resistencia. En esa situación, basta con sustituirlo por uno nuevo.
El fallo puede deberse al mismo fuego. Lo primero que hay que hacer es retirar la vitrocerámica y extraer el fuego afectado para analizar las causas de la avería.
Si la vitro es de tipo radiante, el motivo de la avería puede ser un fallo de la resistencia del fuego y se soluciona sustituyendo la resistencia averiada por una nueva. En cambio, si la vitro es de inducción, es posible que el fallo se deba a los imanes del interior del fuego, por lo que habrá que comprobar si dichos imanes están creando el campo magnético idóneo para crear calor.
El tercer causante de que falle un único fuego es el termostato. Es posible que se haya deteriorado con el tiempo, haya acumulado hollín o perder el contacto. En este sentido, habrá que limpiarlo y volverá a funcionar el aparato sin problema alguno.
La vitrocerámica es un electrodoméstico delicado y con un golpe se puede romper. Es bastante habitual que, durante el proceso de cocinado, pueda caerse una olla o sartén e impacten partiendo el cristal.
En caso de rotura, algunos optan, pensando en su bolsillo, en seguir usándola a pesar de que esté rota. Esto puede ser un peligro ya que se podría colar algún líquido por las ranuras y provocar un cortocircuito.
El cristal, que parece un elemento decorativo, realmente cumple la función protectora de todo el sistema contra agentes externos.
No se diferencia de otros electrodomésticos en cuanto a su mantenimiento. Este proceso es importante para asegurar su funcionamiento. Y no solo basta con limpiarla cada vez que terminemos de cocinar.
Hay que aislarla de cualquier líquido que pueda estropearla a lo largo de sus 15 años de vida útil. Un tiempo donde la silicona que la sella se puede estropear y perder las propiedades.
Es recomendable usar la silicona termorresistente, también conocida como silicona de alta temperatura. Puede soportar temperaturas entre los -50ºC y los 300ºC.
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Así mismo, hay algunos consejos para conseguir que nos dure todo el tiempo posible:
Ya sea en vitrocerámicas o placas de inducción, los fuegos no pierden el calor inmediatamente después de que la apaguemos, sino que disminuyen su poder calorífico poco a poco. Así mismo, es recomendable cocinar la parte final de la comida aprovechando el calor residual, ya que así haremos que las resistencias trabajen menos y evitar averías por sobreesfuerzo.
Limpiar la vitro es importante para que no pierda su brillo ni ocurran averías futuras. Para ello, cada vez que cae salsa o se mancha de comida la misma, es mejor limpiarla al momento con un paño húmedo y sin jabón. Si no se hace, la mancha se pegará y será complicado eliminarla.
Si tenemos una placa de inducción, hay que usar un tipo de batería determinada. También hay que tener en cuenta que las ollas y sartenes han de tener base lisa y sin elementos que puedan dañar o romper la placa.
Existen pocas opciones por las que nosotros mismos podemos arreglar la vitrocerámica. Por eso, siempre que haya alguna avería o no funcione el aparato correctamente, es mejor ponerse en contacto con un técnico. Debido a que es un aparato eléctrico y frágil, no se recomienda manipular la vitrocerámica, ya que puede provocar accidentes. Algunos materiales y herramientas que se usan en las reparaciones profesionales:
Siempre se recomienda acudir a un servicio técnico profesional cuando se da una avería en la vitrocerámica. No importa si es de índole eléctrico o fallo de la placa. El cristal es un elemento muy delicado y su sistema interno, complejo.
La mayoría de fallos se deben a motivos eléctricos que se producen en el enchufe, clemas y otros componentes en mal estado. Si no sabes cómo instalar una placa o repararla correctamente, es posible que haya que volver a instalarla o repararla en poco tiempo.
Aunque antes de recurrir a una empresa independiente, comprueba la garantía del producto, ya que puede estar vigente y la avería no sea debido a un mal uso. En ese caso, el fabricante ha de hacerse cargo del arreglo.
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Como hemos podido ver, pueden ser varios los motivos por los que la vitrocerámica no enciende. Antes de tomar cualquier decisión, comprueba si ha dejado de funcionar totalmente o si se debe al uso de la batería errónea. En caso de no saber qué hacer o que el motivo sea eléctrico, siempre es mejor contar con un técnico experto.