Echar la sal en el lavavajillas: ¡garantiza la integridad de tu vajilla con este proceso!

Saber dónde echar la sal en el lavavajillas te permitirá obtener una vajilla más reluciente con menos ciclos de lavados, gracias a las propiedades de esta sustancia.

Un lavavajillas es un electrodoméstico diseñado para lavar y secar la vajilla, cubiertos y utensilios de cocina de forma automática. Es una herramienta muy útil en la cocina moderna, ya que permite ahorrar tiempo y esfuerzo en la tarea de lavar los platos a mano.

El lavavajillas consta de una serie de compartimentos y bandejas ajustables donde se coloca la vajilla, así como el compartimento donde se agrega la sal para mejorar los resultados de cada ciclo de lavado.

En este artículo, encontrarás cómo funciona la sal en el lavaplatos y dónde echar la sal en el lavavajillas para conseguir mayor efectividad en el ciclo de lavado. ¿Alguna vez has utilizado sal en el lavavajillas? Puedes probar este truco con los lavavajillas empotrables que ofrecemos en nuestro catálogo. Entra en el enlace anterior y descúbrelos.

¿Cómo funciona la sal en el lavavajillas?

La sal en el lavavajillas funciona principalmente para ablandar el agua dura. El agua dura contiene altos niveles de minerales, como calcio y magnesio, que pueden dejar depósitos de cal en los platos y en el interior del lavavajillas.

A continuación, encontrarás el funcionamiento de la sal en el lavavajillas y cuál es su papel en la función de este electrodoméstico:

  • Regeneración de resina: la mayoría de los lavavajillas modernos cuentan con un sistema de intercambio iónico, que incluye una resina especial en el interior. Esta resina tiene una carga negativa y atrae a los iones de calcio y magnesio presentes en el agua dura.
  • Intercambio de iones: cuando el agua dura fluye a través del lavavajillas, los iones de calcio y magnesio en el agua se adhieren a la resina con carga negativa, mientras que los iones de sodio que componen la sal regeneradora se liberan en el agua.
  • Agua más blanda: la sal regeneradora reemplaza los minerales de calcio y magnesio con iones de sodio en el agua. De esta manera, el agua se ablanda y se reduce la concentración de minerales duros, lo que evita la formación de depósitos de cal en la vajilla y el interior del lavavajillas.
  • Mejora del rendimiento del detergente: el agua más blanda permite que el detergente para lavavajillas funcione de manera más efectiva, ya que puede disolverse y actuar mejor sobre la suciedad y los residuos de comida en los platos y cubiertos.
  • Resultados de limpieza mejorados: con agua blanda y un detergente efectivo, se obtiene una limpieza más completa de la vajilla, eliminando manchas, residuos de comida y bacterias.

En este sentido, la sal en el lavavajillas se utiliza para ablandar el agua dura y mejorar el rendimiento del lavado. Al evitar la acumulación de depósitos de cal, se prolonga la vida útil del lavavajillas y se mantiene la vajilla en mejores condiciones.

Es importante utilizar sal específica para lavavajillas, ya que la sal de cocina regular contiene aditivos que pueden dañar el aparato.

sal en el lavavajillas es efectiva

Los mejores lavavajillas para tu hogar:

¿Dónde echar la sal en el lavavajillas?: paso a paso

Comprender dónde echar la sal en el lavavajillas te permitirá conseguir un mejor lavado de tus artículos. Esta es una práctica común para ayudar a ablandar el agua y mejorar el rendimiento del lavado. A continuación, encontrarás un procedimiento básico para echar la sal en el lavavajillas:

1. Localiza el compartimento de sal

Para comenzar este paso a paso y descubrir dónde echar la sal en el lavavajillas, procede abrir la puerta del electrodoméstico y busca en el fondo de la parte inferior el compartimento específico para añadir sal. En la mayoría de los lavavajillas, encontrarás una tapa o una rosca que indica «Sal» o «Water Softener», que se traduce como ablandador de agua.

2. Comprueba el nivel de sal

Antes de agregar la sal o de agregar más de la que ya tiene, asegúrate de verificar el nivel de sal que acepta tu lavavajilla o el nivel actual del mismo.

3. Usa sal específica para lavavajillas

Asegúrate de adquirir sal especial para lavavajillas. En ningún caso debes utilizar sal de mesa o sal común, ya que esta contiene aditivos que pueden dañar el lavavajillas y no ablandarán el agua correctamente.

4. Desenrosca o abre la tapa

Si tu lavavajillas tiene una tapa, gírala en sentido antihorario para abrirla. En otros modelos, es posible que tengas que levantar la tapa para acceder al compartimiento de la sal.

5. Llena el compartimento con sal

Vierte la sal en el compartimento especial con cuidado para evitar derrames. Si es necesario, utiliza un embudo para facilitar el proceso. Llena el compartimento hasta el borde, pero sin sobrepasar su capacidad para un mejor proceso de lavado.

6. Limpia los residuos de sal

Si por accidente derramas sal fuera del compartimento indicado para la misma, límpialo cuidadosamente para evitar que la sal entre en contacto con el interior del lavavajillas y pueda causar daños al mismo.

7. Cierra o enrosca la tapa

Una vez que eches la sal en el lavavajillas, asegúrate de cerrar adecuadamente la tapa del compartimento para evitar que la sustancia se escape durante el lavado.

8. Realiza un ciclo de enjuague

Al añadir la sal, es recomendable ejecutar un ciclo de enjuague corto para asegurarse de que el exceso de sal se disuelva antes de comenzar un ciclo de lavado completo.

¡Y eso es todo! Con estos pasos sabrás dónde echar la sal en el lavavajillas y hacerlo de la forma correcta para conseguir un mejor enjuague de tu vajilla.

Si aún no cuentas con un lavavajillas para tu hogar o necesitas cambiar el que tienes, contáctanos y te asesoraremos con respecto al que mejor se adapta a tu hogar.