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A todos nos ha pasado alguna vez que hemos comprado un electrodoméstico y, a los pocos días, este ha dejado de funcionar de forma correcta o que cuando llega a casa, tiene un defecto en su acabado o interno. En otras palabras, tienen una “tara“ y en este post os vamos a hablar de cómo reclamar electrodomésticos con tara.
Se supone que esto nunca debería suceder, ya que los fabricantes han de comprobar siempre que el producto esté en buenas condiciones a la hora de salir al mercado. Aunque es posible que muchas veces no se den cuenta y uno de estos productos defectuosos salgan para la venta o, simplemente, lo sepan y deseen vendernos igualmente el producto como si estuviese en óptimas condiciones. Por este motivo, es conveniente que tratemos de evitar este tipo de artículos.
Para que no caigamos en adquirir este tipo de electrodomésticos (si no está indicado) y que su precio sea como un producto sin defectos, tenemos que seguir las siguientes recomendaciones:
Antes de comprar un electrodoméstico, es importante que comprobemos si tiene algún daño en su estructura. Cuando están embalados, es complicado que podamos revisarlo antes de la compra. Pero nada más abrirlo en casa, hemos de inspeccionar sin romper el embalaje y comprobar su funcionamiento. Cuanto antes se compruebe el fallo, más fácil es convencer al vendedor de que es un defecto de fábrica.
Para evitar timos y comprar con tara, hemos de acudir siempre a lugares autorizados por las marcas. Lo normal es la mayoría lo estén, pero hay que comprobar que el fabricante del producto lo tenga autorizado para no ver incrementada la posibilidad de tara.
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Siempre que adquiramos un producto, tenemos 15 días para comprobar que está en buenas condiciones. A lo largo de esos días, se puede devolver el artículo al vendedor y pedir el reembolso del dinero o, bien, cambiarlo por otro. Tras ese periodo, conviene sellar la garantía por si el fallo aparece tras el plazo de 15 días y que sea el fabricante quien cargue con la reparación o lo cambie por otro producto.
Aparte de lo anteriormente visto, también tenemos que tener en cuenta los siguientes consejos para evitar pagar más por tara:
Si no son rebajas, los electrodomésticos no pueden ser vendidos a precios muy bajos. Es decir, si los encontramos, posiblemente tengan un fallo. Estos electrodomésticos pueden ser vendidos legalmente siempre y cuando indiquen que poseen una tara o defecto estético y que no afecte al funcionamiento del mismo.
Antes de comprar un producto, sin querer, con tara, conviene investigar un poco sobre las marcas blancas. Aunque la calidad no sea la misma, estos electrodomésticos cumplen su función por precios más bajos.
Para saber si un establecimiento es de fiar, podemos recurrir a buscar opiniones del mismo en internet. Las redes sociales o páginas de comentarios son las mejores opciones para comprobarlo. Leer la experiencia de otros usuarios puede darnos una idea, aunque es mejor leer varias opiniones y no quedarnos en unas pocas.
En el caso de un electrodoméstico nuevo tenemos que ver la garantía que incluye. La Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios establece una media de 2 años desde la fecha de factura, albarán o tique de compra. En ciertos casos, la empresa vendedora puede ampliar, si así lo estima oportuno, este plazo de garantía pasando entonces a denominarse garantía comercial. Esta garantía, de todas formas, nunca podrá sustituir ni reducir la garantía legal.
Si en los 6 primeros meses aparece un defecto en el electrodoméstico, se considera que el defecto es de origen o fábrica y, si aparece posteriormente, se podría pedir pruebas de que se trata de un defecto de fábrica.
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La empresa es quien debería responder con la garantía, a excepción de que el lugar de compra sea en otro país o el negocio haya cerrado, en cuyo caso tendremos que dirigirnos a la empresa que fabricó el producto.
Si queremos reclamar una garantía, debemos de saber que podemos optar por una reparación o sustitución, salvo que sea imposible o desproporcionado realizarlo. En general, la garantía da derecho a las siguientes opciones:
En caso de comprar un electrodoméstico, que se estropee, lo arreglen y se vuelva a estropear en poco tiempo, tenemos que saber que hay una garantía de reparaciones que indica que no se puede cobrar por la reparación, el desplazamiento, la mano de obra o piezas sustituidas.
Lo más importante es que, cuando compremos un producto, solicitemos todos los documentos vinculados al producto para hacer valer la garantía en caso de que tengamos algún tipo de fallo en lo que hayamos comprado. Por eso, siempre hay que pedir factura de compra, albarán o tique e informarnos de las condiciones de garantía del establecimiento donde se haya comprado.
En caso de querer reclamar la garantía, hay que ponerse en contacto con la tienda que vendió el electrodoméstico y solicitar la reparación o sustitución y, si ponen pegas, se puede recurrir a la hoja de reclamaciones. Pero, si el negocio ha cerrado, podemos dirigirnos directamente al fabricante.
En caso de comprar en una tienda online, podemos encontrar un espacio para la devolución y/o garantía de los productos con fallo. En caso de la mayoría de los establecimientos online:
Como conclusión, siempre que vayamos a comprar un producto, nos tenemos que asegurar que no incluya taras si lo que buscamos es que este sea nuevo y esté perfecto. Aun así, si nos encontramos con este problema, podemos reclamar gracias a que tenemos la garantía y decidir qué es lo mejor si sustituir, reparar o que nos devuelvan el importe del producto.
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