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Blog / ¿Qué puedo hacer si el lavavajillas pierde agua?
El uso habitual y continuado de los electrodomésticos lleva a ser la causa principal del mal funcionamiento de los mismos. Hoy en día, el lavavajillas es uno de los aparatos que más comunes en la cocina y que hacemos funcionar casi a diario, por lo que es normal que esté expuesto a averías y un día nos encontremos con que el lavavajillas pierde agua.
Podemos encontrar varias razones por las que este aparato pueda perder agua y, en muchos casos, conviene contar con un profesional que tenga la respuesta y solución a nuestro problema. En otras, nosotros mismos podemos llevar a cabo un diagnóstico y reparación casera. Independientemente de esto, es necesario resolver las averías si vemos que tenemos fugas de agua en nuestro lavavajillas, para reducir el peligro de más averías o que el problema aumente.
El lavavajillas puede tener una cantidad determinada de problemas, algunos de los más habituales debido a la forma de funcionamiento del lavavajillas son:
Sea como fuere, nosotros nos vamos a centrar en este último caso, que es el que más quebraderos de cabeza nos puede ocasionar.
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Si el lavavajillas pierde agua, lo primero que hemos de saber es dónde está el origen de la fuga. Para ello, tendremos que comprobar el funcionamiento del aparato y saber por dónde sale el agua. Normalmente, pueden aparecer las averías en los siguientes elementos:
Los lavavajillas, como las lavadoras, necesitan de una conexión de agua para poder funcionar correctamente. En caso de que veamos que pierde agua por debajo, es recomendable revisar la toma de conexión de agua. Si ese no es el problema, entonces tendremos que buscar otras causas posibles.
Ya sea por el paso del tiempo o por una obstrucción, se pueden crear daños en el desagüe, de forma que se pueden formar fisuras por las cuales se escape el agua. En ciertos modelos no podemos realizarlo nosotros mismos debido a su complejidad, por lo que hay que avisar a un especialista.
Cualquier pieza del motor es susceptible de romperse. La bomba, brazos rociadores y la junta forman el cuerpo del motor. A causa de la presión del agua o por antigüedad, alguna pieza del circuito puede averiarse o soltarse y estropear el motor.
Un uso continuado o mala utilización del lavavajillas puede llevar a que se produzca una deformación de las gomas de la puerta. Esto hará que dejen de realizar la función de contener el agua dentro del aparato durante el funcionamiento. Es recomendable revisarlo de forma periódica y realizar el mantenimiento para anticiparnos a las averías.
Un mantenimiento periódico siempre nos ayuda a prevenir posibles averías futuras en el lavavajillas, ya sea debido a una pérdida de agua u otro motivo. Sin embargo, si nuestro lavavajillas ya tiene problemas podemos hacer:
Intentar averiguar por qué el lavavajillas pierde agua es un primer paso para solucionarlo. Un análisis previo de la situación nos ayudará a saber el alcance de los daños, aunque, si no disponemos de los conocimientos y herramientas adecuados, es mejor contar con un experto y no extralimitarnos para no empeorar la situación.
Si el diagnóstico no nos da la solución de porqué se ha producido la avería, es posible que la fuga tenga relación con un mal uso del aparato. Por ejemplo, saturar demasiado el lavavajillas con detergente puede ocasionar que algunos componentes colapsen y se desborden. Es mejor seguir las recomendaciones del fabricante y racionalizar el producto.
Si no sabemos cómo solucionar el problema, siempre es conveniente llamar a un técnico que determinará la causa de la avería, nos dará una solución al problema y reparará aquello que esté estropeado dentro del lavavajillas.
Como ya hemos señalado, podemos realizar un diagnóstico inicial para saber por dónde sale el agua de nuestro aparato y si se trata de una fuga de agua deliberada o no. Para saber el tipo de avería que podemos tener tenemos que fijarnos en:
La junta es un sello compuesto de silicona, vinilo o goma que hace que la unidad se vuelta hermética cuando la puerta se cierra. De este modo el agua no sale por ningún lado. Podemos encontrar la junta alrededor de la puerta o la abertura del aparato. Comprobar las juntas determinará si el daño es provocado por roturas, grietas o desgaste por el uso.
La bomba está situada en la parte inferior del lavavajillas. Hemos de revisar la bomba, el motor y las juntas. Si aparecen grietas en algunos de estos elementos puede ser debido a una avería o al desgaste por el tiempo. Esto ocasiona que el agua se filtre hacia abajo y es recomendable contar con la ayuda de un profesional, puesto que es una reparación complicada.
El flotador es un elemento de seguridad dentro del aparato que determina el nivel de agua y evita que el lavavajillas se desborde. Si el dispositivo está lleno a la mitad de ciclo, hemos de apagarlo, abrir la puerta y verificar el nivel de agua. El agua no ha de superar la altura del calefactor en el fondo del hueco.
Si este es el caso, debemos comprobar que no exista un problema con el flotador o el interruptor que lo acciona. Así mismo, en este tipo de avería el agua suele filtrarse por la parte frontal inferior del lavavajillas.
Esta pieza está ubicada dentro del lavavajillas, normalmente en el centro inferior de la unidad. Es la que rocía los platos con agua durante el ciclo de lavado y enjuague. Tenemos que buscar posibles grietas, deformaciones, obstrucciones o cualquier otro daño en este elemento. En caso de tener problemas, la filtración se asoma en la parte inferior de la puerta del lavavajillas y cuya reparación ha de estar de la mano de un técnico profesional.
Está válvula está ubicada bajo el lavavajillas y es la que conecta el aparato con el suministro de agua del hogar. Podemos encontrarla en forma de manguera de goma, manguera trenzada o tubería de cobre. Mientras se llene el lavavajillas, tenemos que verificar que la válvula y conexiones no tengan fugas debido a grietas o una rotura.
Las mangueras que se conectan a la bomba bajo el lavavajillas ayudan a que el agua fluya de un lugar a otro y drenen el agua. Cuando el aparato esté funcionando, hemos de revisar que la manguera esté en perfecto estado, sin fugas ni goteos. Si la manguera se agrieta o las abrazaderas se aflojan, el agua puede salir por debajo de la unidad.
En resumen, ante cualquier alarma de fuga de agua hemos de ponernos manos a la obra y valorar de dónde procede, puesto que no supone el mismo gasto y dificultad reparar la junta de la puerta que cambiar el motor. De igual modo, siempre tenemos que realizar un mantenimiento y limpieza del aparato para que descubrir futuras averías que podrían salirnos muy caras.
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