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El elevado ritmo de vida nos obliga, en infinidad de ocasiones, a tener que recurrir a la congeladores para poder conservar durante bastante tiempo nuestros alimentos, alargar su vida útil y disponer de ellos en todo momento. Por eso es importante que sepas qué alimentos puedes congelar, cuánto tiempo y cuáles son las normas generales para que todo el proceso vaya bien. Es decir, necesitas consejos para congelar tus alimentos.
La congelación es una técnica muy antigua que el ser humano lleva usando milenios para poder conservar sus alimentos. Por aquel entonces no se tenían miramientos y no se sabía que alimentos se pueden congelar, así que ponían a muchos de ellos por debajo de 0ºC.
A esta temperatura aparecen los cristales de hielo que frenan el crecimiento de los diferentes microorganismos y bacterias, así como las reacciones químicas consecuencia del paso del tiempo y las subidas de las temperaturas como la oxidación.
Para que se considere que un alimento se ha congelado, todo el porcentaje de agua que contenía se ha debido transformar en hielo. Solo de ese modo podrá conservarse por más tiempo.
La congelación nunca conlleva la pérdida de nutrientes y propiedades si se realiza correctamente y por supuesto, es capaz de conservar intactos los alimentos, ya sean platos cocinados o alimentos básicos. Luego, podrás consumirlos con todas las garantías.
No obstante, ni todos los alimentos se pueden congelar ni se pueden seguir siempre las mismas técnicas.
¿No sabes qué alimentos se pueden congelar?, ¿temes meterlos en el congelador y estropearlos, o bien, que pierdan todos sus nutrientes?
Hay muchos alimentos que ofrecen dudas, como por ejemplo el queso, que aunque no pierde todos sus nutrientes ni su sabor, sí puede perder su textura ya que la temperatura tan baja rompe su estructura. Por eso, los amantes del queso no lo recomiendan.
No obstante, en la mayoría de alimentos no hay controversias. Estos son todos los alimentos que puedes congelar:
¿No sabes cómo congelar los alimentos que se pueden congelar? No todos los alimentos necesitan la misma temperatura para congelarse y mantener su estructura química y propiedades. Tampoco se deben preparar del mismo modo antes de congelarse. Por todos estos motivos algunas personas tienen más d eun congelador para guardar sus alimentos y conservarlos correctamente.
Algunos de los alimentos que congelamos con más frecuencia son la carne, el pescado y el huevo. Y ahora que sabes los alimentos que puedes congelar, debes averiguar cómo y las diferencias entre ellos.
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La carne es un alimento con mucha agua al que hay que tratar con cuidado, sobre todo si vamos a congelarlo. Las proteínas y el agua pueden provocar que se contagie rápidamente de e-coli o salmonella si no se congela con el procedimiento adecuado.
Para congelar la carne tienes que asegurarte de que es fresca, si no, no lo hagas.
Después ten en cuenta su grosor y su corte: cuanto más gruesa sea más tiempo podrás mantenerla congelada. Así que ya sabes, si piensas congelar carne no la cortes ni desmenuzar.
Respecto a los alimentos que puedes congelar, la carne es de los mejores porque si lo has hecho bien y además es gruesa, puede durar hasta 6 meses.
Respecto a la temperatura, entre los -20ºC y los -15ºC, es perfecta.
Al igual que la carne, el pescado es un alimento que se puede congelar si lo haces cuando está fresco. En este caso esto es tan importante como con la carne, pues de no hacerlo, el pescado podría tener parásitos como el anisakis.
El anisakis se desactiva a las 24 – 48 horas antes del consumo. Por eso, es crucial limpiarlo y congelarlo nada más llegar a casa.
Por otro lado, al igual que la carne debes congelarlo a aproximadamente -18ºC y mejor aún si bajas la temperatura. También hay congeladores con opción de super congelación, muy adecuadas.
Por otro lado, puedes ubicar el pescado en la zona del congelador que se congele antes, así el riesgo de anisakis será menor. Luego, si te conviene, puedes cambiarlo de sitio.
Al igual que la carne, puedes comer pescado congelado hasta un máximo de 6 meses después de guardarlo.
Es posible congelar casi todos los alimentos, pero debes seguir los consejos.
Sí, los huevos pueden ser congelados. Aunque no con cáscara, porque la romperán. Lo mejor es meter los huevos fuera de la cáscara en algún tupper. También puedes batirlos o separar la yema de la clara.
El pan fresco se puede congelar, y si no es fresco, no va a ponerse malo, pero podría romperse. Por eso, lo mejor es meter pan fresco en el congelador, por ejemplo con papel de aluminio, y podrá aguantar hasta 3 meses.
Muchas verduras se pueden congelar pero antes tienes que hervirlas, cocinarlas, escaldarlas… ejemplo de ello son las espinacas, el calabacín, la coliflor, la berenjena…
Otras se pueden congelar sin antes cocinarla como la calabaza o los champiñones.
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La capacidad de un congelador para realizar su trabajo se mide en estrellas. En función del número de estrellas, el congelador puede congelar a menor o mayor temperatura y más o menos efectivo será. Y, por ende, el producto mantendrá todo el sabor y la textura.
Aun así, tenemos que recordar que, aunque nuestro electrodoméstico tenga 4 estrellas de congelación, los alimentos han de tener un tiempo máximo donde han de ser consumidos.
A la hora de congelar los alimentos, tenemos que seguir un abanico de recomendaciones para conseguir que mantengan todas sus propiedades a la hora de consumirlos tras la congelación.
Una cosa hay que tener siempre presente: la congelación no elimina los microorganismos, a excepción de los parásitos. Solamente se frena su crecimiento.
Hay que mantener una buena higiene en la manipulación antes y durante la congelación y, sobre todo, no esperar a la fecha de caducidad. Esto es así ya que, una vez descongelados, los microorganismos continuarán deteriorando los alimentos. Igualmente, es bueno apuntar en los envases los días que quedaban para poder ser consumidos antes de la congelación.
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La temperatura siempre recomendable para conservar los alimentos congelados es de -18ºC, mientras que la temperatura ideal para congelar es de 25ºC. La congelación ha de ser rápida y a temperaturas bajas para evitar que los cristales de hielo afecten, en menor medida, a la estructura de los alimentos.
Además, es mejor dividir y envasar en porciones individuales para una rápida y mejor congelación.
La rotura de la cadena de frío puede alterar las propiedades nutritivas del alimento, algo habitual en el ámbito doméstico donde la constante apertura de la puerta puede modificar la temperatura del congelador.
Hay que tener precaución de refrigerar antes los alimentos calientes antes de meterlos en el congelador y no aumente la temperatura del congelador, que luego vienen las dudas y sustos de por qué no congela el congelador. Esto provoca mayor oxidación de los alimentos, un enranciamiento graso y con tonalidades amarillas que indican una pérdida de calidad del producto.
La pérdida de la cadera de frío también provoca las quemaduras de frío y bolsas de hielo. En ambos casos, el aire caliente que entra en el congelador hace que se evapore la humedad en la superficie del alimento. Las quemaduras suelen ser manchas grisáceas que aparecen en los alimentos por desecación y las bolsas de hielo son zonas en el alimento donde se ha formado escarcha y cristales de hielo.
Podemos congelar casi de todo en el congelador, desde carnes y pescados, hasta verduras. Eso sí, tenemos que tener en cuenta que la congelación doméstica no es la misma que la industrial. A nivel doméstico, aunque la congelación sea más lenta, se pueden conseguir buenos resultados y sin riesgos sanitarios.
Así mismo, también hay alimentos que resisten menos a la congelación y que puede afectar a su textura. Este es el caso de las verduras crudas, hortalizas, frutas frescas (aunque se pueden congelar para hacer batidos), entre otros. Tampoco los alimentos ricos en grasa (la nata o salsas, lácteos), derivados de cereales (pastas, arroz) o huevos crudos con cáscara o cocidos.
Los alimentos que introducimos en el congelador han de estar protegidos para que el aire frío que circula en el congelador no los deseque o reduzca su calidad. Para eso, se pueden aplicar las siguientes opciones:
Aun así, cualquiera que sea el caso, hay que extraer el aire del interior del envase para que no aparezcan bolsas de frío y que no haya ningún tipo de grietas o fisuras para que el alimento no se deseque.
Los alimentos no duran eternamente en el congelador. Se recomienda un periodo máximo entre los 3 a 12 meses según el alimento y sin que su calidad se deteriore.
Los alimentos grasos disponen de un tiempo menor de conservación, ya que la grasa continúa su proceso de oxidación, aunque esté congelada. De forma orientativa, los tiempos de almacenamiento son:
Es conveniente siempre rotular el alimento que va a ser congelado y la fecha de congelación, así como marcar con rótulos los cajones o espacios dedicados a cada tipo de alimento.
En conclusión, es beneficioso congelar los alimentos, pero siempre hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones para que estos mantengan todas sus propiedades nutritivas y calidad.
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