Liebherr CNP 371 - Frigorífico Combi 201x60cm NoFrost Clase D Blanco
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El cambio climático es una realidad (inviernos más suaves, primavera que apenas existen y temperaturas extremas en verano) y esto hace que, como habitantes de este planeta, tengamos la obligación de cuidarlo. Una forma de conseguirlo es haciendo un uso responsable de los electrodomésticos como es el congelador. Además, de que tiene la ventaja que ahorraremos en la factura de la luz. Por eso aquí hoy tratamos de saber cuál es el consumo del congelador y cómo reducirlo.
Antes de entrar de lleno en el consumo del congelador, es importante que conozcamos bien cómo funciona la etiqueta energética. En 2021 entró en vigor el nuevo etiquetado energético que elimina, básicamente, las letras A+, A++ y A+++ y añadía un total de 7 niveles divididos entre las letras A a la G (siendo la A la más eficiente energéticamente).
Con la nueva división de eficiencia, las categorías A y B serían las más eficientes, seguidas de la C y D que se entiende como eficiencia media y, por último, las denominaciones E, F y G que son las de menor eficiencia energética.
Si comparamos el etiquetado actual con el antiguo, comprobaremos como la eficiencia A+++ ase asemeja a la letra A, la A++ con la B y sucesivamente.
Hay electrodomésticos que tienen un bajo consumo (menor de mil vatios) pero, debido a su utilización 24/7, se consideran de son de los que más gastan. Estamos hablando de los frigoríficos y los congeladores.
Además, en el caso de los frigoríficos, no se pueden apagar para ahorrar energía para evitar que se estropeen los alimentos, por lo que nos obliga a que estén en funcionamiento constantemente.
El consumo máximo de los frigoríficos rara vez superan los 200 W/h, con valores medios entre los 500 a 1.100 W/día, aunque todo depende del tamaño del aparato, la carga que contenga y la zona ambiental donde vivamos. Si hablamos de porcentajes, este electrodoméstico supone un 18,9% del total de gasto eléctrico según la IDAE.
Este consumo puede variar según la eficiencia energética del aparato. Por suerte, podemos ver esta estimación de consumo de kW/h en las etiquetas energéticas.
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Ahondando más en los números, podemos realizar una sencilla fórmula para determinar el gasto de nuestro frigorífico de forma exacta. Se guía por dos parámetros, expresados en kWh/año:
La fórmula a resolver sería: EEI (índice de Eficiencia Energética) = AEc/ SAEc*100.
Con esto nos podemos hacer una idea del consumo de un frigorífico. Aunque, para saber cuál es el consumo medio del aparato, hay que tener en cuenta otros factores que harán que el consumo pueda ser mayor o menor.
En función del tipo de congelador, también variará el consumo medio y lo notaremos más o menos en la factura del teléfono.
Un congelador vertical es el que solemos ver habitualmente en los hogares. Son de los más utilizados y siempre conviene saber cuántos watts consumen, no solo para saber cuánto dinero nos costará mantenerlo, sino también para conseguir equilibrar el consumo del resto de electrodomésticos. En general, consumen 120 watts/h.
En caso de que tengamos este tipo de congelador, tenemos que saber que consumen en torno a 100 watts/h o, lo que es lo mismo, 2.400 watts/día y 72.000 watts/mes.
Los modelos de congelador pequeño se suelen ubicar en una habitación o sala de estar también. Nos ayudan a mantener la comida o las bebidas frías. En general, pueden llegar a tener un consumo de 100 watts/h con un total de 2.400 watts/día.
Los congeladores horizontales o arcones son empleados en el hogar para mantener congelados exclusivamente los alimentos y cuando la cantidad a congelar de alimentos es alta. Tenemos que saber que pueden llegar a consumir 250 watts/hora, lo que equivale a 180.000 watts/mes (equivale a 180 kW).
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Ya hemos visto el consumo medio de los congeladores, pero ahora nos vamos a centrar en qué elementos influyen en el consumo, que va desde la potencia hasta la forma de conservación de los alimentos.
Según el IDAE (Instituto para la diversificación y Ahorro de Energía), el frigorífico con congelador es el aparato que más consume en el hogar. Aunque su potencia es menor a otros aparatos como son el horno o un secador, su gasto se ve incrementado porque trabaja 24 horas al día 7 días a la semana. En términos generales, un congelador de un frigorífico consume unos 300 W.
Introducir platos recién cocinados como pasta o caldos puede estropearlo, debido a que el aparato se enfrenta a un gran cambio de temperatura que hace que se forme hielo procedente del evaporador.
Si se hace una única vez, no hay problema, pero si es algo que se realiza a menudo, el hielo terminará por perjudicar el funcionamiento del congelador. Además, aumentará el consumo energético debido a la pérdida del frío y el esfuerzo por alcanzar la temperatura bajo cero establecida por el usuario.
Para congelar los alimentos, tenemos que introducir los alimentos a temperatura ambiente o ya congelados (si los hemos comprado ultracongelados).
Se produce un impacto similar que si metemos comida caliente en el congelador. Entra el aire caliente de la cocina y se forma hielo en el evaporador. Lo ideal es abrir lo menos posible el congelador pensando antes qué queremos extraer de él. Además, los congeladores actuales incluyen una alarma en cuanto se queda abierto 3 minutos.
Las letras que aparecen en el etiquetado energético del congelador nos indica el nivel de eficiencia energética del aparato. Se aconseja siempre conseguir un modelo de categoría A porque son los de menor consumo energético y que menos pierden gracias a su aislamiento. Hoy en día, por suerte, podemos encontrar modelos de calidad con un circuito de frío optimizado que ayuda a que el frío se distribuya de forma uniforme por el interior del aparato.
Para lograr un buen funcionamiento y eficiencia energética, es importante separar el congelador de focos de calor como son otros electrodomésticos (horno) y la acción directa del sol. También es recomendable colocarlo en un lugar ventilado para que el compresor funcione correctamente, es decir, no empotrarlo directamente en la pared o los muebles de la cocina, si no dejar un pequeño espacio para que respire el motor.
Tampoco es bueno sobrecargar la capacidad del aparato y colocar bien los alimentos para que el frío se reparta de forma homogénea y no tenga que trabajar el aparato de más. Para saber dónde colocar los alimentos en el interior del congelador podemos seguir las recomendaciones del fabricante.
A continuación, damos unos tips para saber cómo reducir el consumo de energía del congelador.
Haciendo un inciso, podemos hacer una comparación entre un arcón congelador y un modelo vertical. Escoger un modelo es importante según las necesidades familiares, es decir, el número de miembros de la familia que viven en casa y la cantidad de alimentos que son necesarios congelar. En general, la diferencia más notable no será en el consumo ni la capacidad, sino en la forma de ordenar los alimentos y la complicación para encontrar y extraer los alimentos de su interior.
Como podemos ver, no podemos evitar el uso del congelador en el hogar, ya que necesitamos que los alimentos se mantengan por más tiempo. Pero sí podemos reducir el consumo del congelador con prácticos consejos que no afectarán negativamente a nuestra factura de la luz.
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