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Blog / Cómo cuidar y cambiar la goma de la lavadora
Llevar a cabo el cuidado, la limpieza o el cambio de la goma de la lavadora es necesario en este electrodoméstico para nuestro hogar que se ha convertido en un imprescindible. Si no fuera por su capacidad para lavar, no sería tan sencillo lavar la ropa de forma diaria.
Por eso, es importante cuidar de todos los componentes que forman parte de la lavadora. Y uno de los menos conocidos y olvidados es la goma, que es la pieza encargada de sellar la puerta de la lavadora y evitar que el agua se filtre hacia el exterior cuando se está realizando un ciclo de lavado. Por eso, es importante que siempre esté en perfectas condiciones para un buen funcionamiento y mantenimiento de la lavadora.
La goma de la lavadora es una pieza que podemos encontrar entre la puerta de la lavadora y la parte interior. Normalmente, suele ser de color gris, de forma ovalada y adaptada a la forma de la abertura de la lavadora. Su función principal es conseguir un cierre hermético en la puerta de la lavadora para evitar que se puedan producir fugas de agua durante el ciclo de lavado.
Esta goma es uno de los elementos que más se pueden desgastar con el paso del tiempo. Esto es así debido a su ubicación y la frecuencia de uso ya que, al estar en la abertura del aparato, cada vez que se cierra o abre la puerta, la goma sufre un desgaste que, con el paso del tiempo, vamos a notar.
La consecuencia más habitual cuando existen problemas con la goma de la lavadora es que esta tiene pequeñas fugas de agua o la puerta no cierra de manera correcta. Así mismo, es posible que podamos ver el daño a simple vista en forma de pequeñas roturas, agrietamiento o marcas de desgaste.
La goma de la lavadora es la encargada de la salida del dispositivo al exterior. Durante los ciclos de lavado, es habitual que el agua y el jabón se queden almacenados en el hueco de la goma. Esto provoca que aparezca la proliferación de moho y hongos, incluso, con el paso del tiempo, puede aparecer mal olor que pueda llegar a impregnar la ropa.
Si la goma está sucia, dañada o rota, no es necesario tener que comprar otra lavadora, basta con limpiar adecuadamente la pieza o cambiarla si está dañada.
Para poder limpiar adecuadamente la goma, es necesario contar con los siguientes elementos:
Los pasos que hay que seguir para poder efectuar la limpieza son:
No cabe duda que cuidar la lavadora alarga la vida útil de la misma, por eso es importante mantener limpias las piezas de nuestro electrodoméstico. Hacer un mantenimiento de vez en cuando ayuda a que se puedan evitar fallos y daños.
Para conseguir que el estado de la goma sea óptimo hemos de eliminar la humedad tras cada lavado, realizando la simple acción de pasar un trapo limpio y seco. Con eso se evita la aparición de moho u hongos en la goma del aparato y mantenerla en condiciones.
Para evitar problemas con el moho y que los malos olores aparezcan en la goma, es recomendable seguir unos consejos durante el lavado:
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Tal y como sucede con cualquier material, la goma puede dañarse debido a diversas razones. Normalmente, se deteriora por un uso diario y también se puede ver afectada por los químicos que forman parte de los detergentes usados para lavar la ropa.
Además, piezas metálicas de las prendas como son las cremalleras, botones, hebillas o cordones (gruesos) de los zapatos pueden ayudar a desgastar esta pieza. Para evitar este problema, conviene poner del revés las prendas o introducirlas en elementos como las bolsas de lavado.
Si no se tiene cuidado, es posible que la goma se pueda romper y, como consecuencia, se pueda dañar la propia lavadora. En esos casos conviene cambiar la goma con antelación y prevenir problemas más graves en el funcionamiento de la lavadora.
Cambiar la goma es un proceso bastante sencillo. Para poder hacerlo, vamos a necesitar:
Una vez recabados todos los elementos necesarios, tenemos que seguir estos pasos para cambiar la goma:
Antes de retirar la goma, tenemos que memorizar cómo está instalada la goma. En caso de no tener una buena memoria, se puede realizar una fotografía o vídeo. En la parte inferior de la goma podemos ubicar unos agujeros que nos pueden servir de guía para saber bien dónde colocar la goma nueva.
Cubrimos la punta plana del destornillador con el paño para evitar dañar la superficie de la lavadora y hacemos palanca para sacar la goma. Tras esta acción, podemos notar que hay una pieza metálica se va a desplazar. Es la primera brida y basta con retirarla para seguir con el trabajo. Seguimos extendiendo la goma hacia el interior para sacar la segunda brida. Desatornillamos la tuerca con ayuda de la llave, la quitamos para sacar la brida y terminamos de sacar la goma vieja.
Una vez retirada la pieza, podemos aprovechar para limpiar con un paño húmedo (con agua y jabón o lejía) la suciedad acumulada en el hueco donde estaba instalada la goma de la lavadora. Hemos de retirar todo el residuo antes de instalar la goma nueva para asegurarnos de que se va a instalar perfectamente y evitar posibles fugas de agua.
Una vez que está todo limpio, podemos colocar la nueva goma. El proceso será el mismo que cuando retiramos la pieza vieja, pero a la inversa. Para alinear la goma lo haremos en la parte inferior, donde se sitúan los agujeros donde desagua, fijándonos en la hendidura que encaja con la curva de la escotilla metálica.
Tenemos que encajar la goma en la hendidura tirando hacia dentro del tambor hasta conseguirlo y, para acoplarla correctamente, empujar la goma con los dedos.
Encajamos la brida interior recordando colocar de nuevo la tuerca con la llave ajustable. Estiramos hacia fuera la goma nueva (sin dañarla) e insertamos la brida exterior y usamos el destornillador con el paño para hacer palanca y colocar correctamente la brida.
Como hemos podido ver, es bastante sencillo cambiar la goma de la lavadora y así evitar posibles daños más graves en nuestra lavadora. Con estos consejos, si te ocurre este caso particular, podremos cambiar la pieza nosotros mismos y de una forma económica y rápida. Aun así, recuerda que un electrodoméstico bien cuidado, es un aparato que nos durará por muchos años.
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