Balay *DISCONTINUADO* 3HB584CA0 - Horno Multifunción 60 Cm Antracita Puerta Extraíble
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Los hornos son electrodomésticos que crean calor, permiten cocinar alimentos y los mantienen a cierta temperatura tras esto. Dentro de estos aparatos del hogar, podemos encontrar una amplia variedad de tipos de hornos que se diferencian por la energía que emplean.
De esa forma, existen hornos tradicionales, hornos-microondas, de convección, tostador o de vapor. Algunos funcionan empleando electricidad o mediante gas. Aunque lo importante como siempre, es que nos ayude a cocinar los alimentos y que se ajuste bien a nuestras necesidades y gustos.
Podemos encontrar tres grandes grupos de hornos a grandes rasgos. Cada uno de ellos con sus características y modo de funcionamiento. Todos se venden en el mercado y tenemos que saber qué nos puede ofrecer.
El microondas se ha convertido en un electrodoméstico esencial en todas las cocinas. Este únicamente se emplea para calentar o descongelar alimentos ya cocidos, aunque también funciona para preparar alimentos como comida precocinada, sopas, recetas para gratinar, salsas, etc. Trabaja mediante corriente eléctrica y funciona mediante ondas microondas con una frecuencia de 2.45 GHz. Suele ser de un tamaño mediano.
En este sentido, este tipo de aparatos combinan a la perfección las funciones del microondas con las de un horno, convirtiéndolo en un electrodoméstico muy completo. Es recomendable en cocinas profesionales o donde el espacio es un factor siempre a tener en cuenta.
Es más, podemos encontrar en él todos los tipos y métodos de cocción y con una gran comodidad en la limpieza; aunque todavía es un tipo de producto poco usual en el mercado, no lo fabrican todas las marcas y el precio es bastante elevado.
Un horno clásico o convencional podemos encontrarnos en muchos hogares, ya que es un complemento de cocina muy útil. Este aparato crea aire caliente para hornear y puede funcionar de dos maneras distintas: con combustible o con resistencia eléctrica.
En el primer caso, el flujo de gas es constante y de esta forma mantiene la temperatura ideal en el horno. Pero, en el caso del sistema eléctrico, primero el aire se calienta ayudado de un termostato para encender y apagar las resistencias para mantener la temperatura en un mismo nivel.
Otro factor que los diferencia es que se han de precalentar con anterioridad para poder cocinar los alimentos y se recomienda vigilar su uso. Este electrodoméstico suele funcionar mejor si colocamos el alimento en la parte más cercana de la fuente de aire. Es decir, el sistema de cocción es más o menos efectivo en función del lugar donde se coloque el recipiente, por lo que es más recomendable ubicarlo en la parte superior para lograr una cocción más completa.
Es el tipo de horno más avanzado a nivel tecnológico y los que más modelos podemos encontrar hoy en día en el mercado. Y se han convertido en un equipo indispensable en las cocinas de todo el mundo.
Aunque necesita un amplio espacio en la cocina, estos electrodomésticos son muy eficaces ya que logran mantener una temperatura uniforme independientemente del lugar donde se coloquen los alimentos (o la cantidad de estos) en su interior.
Gracias al sistema de ventiladores internos, el calor circula dentro del horno para cocinar la comida desde el interior hacia el exterior. Un horno de convección puede funcionar empleando gas o electricidad y existe gran diversidad de tamaños o potencias en el mercado. Además, logra que sabores y olores no se mezclen mientras se cocina.
Aparte de la clasificación anteriormente expuesta, también podemos realizar otro divo de clasificación que tiene que ver con las funciones que contienen los hornos. La mayoría de ellas podemos encontrarlas en los hornos de convección.
Este tipo de hornos incorpora un ventilador en la pared trasera del horno que consigue que el aire circule por toda la cavidad, consiguiendo una cocción más uniforme de los alimentos y consiguiendo cocinar 2 platos a la vez. Se recomienda para familias con 4 miembros o más y que les guste usar el horno, así como usarlo varias veces a la semana.
Este tipo de horno es el más usual y su precio variará en función de las prestaciones que incluya (programación manual o electrónica, tipo de apertura de puerta o si son abatibles o de carro extraíble).
El horno pirolítico tiene un sistema de limpieza denominado pirólisis. Consiste en calentar el horno a 500ºC durante una hora, durante la cual carboniza toda suciedad, facilitando así la tarea de limpieza, ya que solo bastará un trapo para retirar la suciedad. Es un horno recomendado si nos gusta cocinar mucho y lo vamos a emplear frecuentemente.
Al contrario que el método anterior, la base del sistema de limpieza de este tipo de hornos es el vapor de agua. Basta con verter un vaso de agua de 300 ml en un espacio en el interior y menos de media hora para conseguir limpiar el horno. El vapor generado hace que la grasa se desprenda de las paredes sin esfuerzo y baste con pasar un paño. Además, se considera un electrodoméstico eficiente.
Este tipo de hornos lo podemos dividir en dos grandes categorías: hornos compactos y hornos multifunción de 90 cm de ancho. El primer grupo dispone de una menor altura, donde los 60 cm habituales bajan a 45 cm y es ideal si tenemos poco espacio en la cocina. Aunque eso no significa que sean menos funcionales, ya que también son multifunción, pirolítico incluso hay modelos que combinan el pirólisis, el microondas y la función de vapor.
En el segundo grupo, disponen de una anchura de 90 cm para poder hornear alimentos de gran tamaño. Su altura es de 45 cm y en su interior puede albergar hasta 77 litros. No son pirolíticos, pero están fabricados con esmaltes especiales para facilitar la limpieza. Un ejemplo de marca que fabrica estos hornos es Teka.
Este tipo de hornos no requieren ninguna instalación y se pueden colocar en cualquier espacio de la cocina como es la encimera o en un mueble. Podemos encontrarlos de diversas medidas, incluso combinado con microondas. Son útiles para personas que viven solas o con pareja, segundas residencias, etc.
Es una alternativa de cocinado más saludable. El proceso de cocción se realiza por medio del vapor con una temperatura de unos 100ºC y con 5 kW de potencia eléctrica. Consigue cocinar alimentos libres de grasas, conservar los nutrientes, vitaminas y minerales, así como conseguir una cocción más homogénea.
Ambos tipos de hornos pueden funcionar mediante gas o usando la corriente eléctrica, por lo que muchos usuarios suelen confundirlos. Sin embargo, la forma en que produce aire caliente es lo que les diferencia, puesto que en un horno tradicional el aire únicamente sale de una zona específica, mientras que en modelos de convección el aire se mueve ayudado por un ventilador.
Otra diferencia es que el horno de convección cuenta con un tercer generador de calor que, junto al ventilador, crea una mayor cantidad de calor para conseguir una temperatura alta más rápidamente. Esto consigue alimentos más crujientes, tostados y horneados.
Sin embargo, la mayoría de recetas fueron creadas para usarse en hornos clásico y el nivel de calor que necesitan para conseguir los platos no se ajusta con los hornos de convección, por lo que hay que ajustar las recetas.
Si somos amantes del horno y hacemos un uso intensivo del mismo, nos conviene hacernos con un modelo eficiente para ahorrar en consumo energético. Como norma general, los de convección son más eficientes (20% ahorro). Esto es así porque el flujo de aire reduce de manera considerable el tiempo de horneado.
La eficiencia energética podemos comprobarla en el etiquetado de los electrodomésticos cuando los adquirimos y contar con un modelo eficiente hará que reduzcamos en la factura de la luz, además de apostar por la sostenibilidad y un planeta más sano.
Ahora ya conoces cuáles son los tipos de hornos convencionales que podemos usar en la cocina. Tenemos que escoger siempre el modelo que mejor se adecúe a nuestras necesidades y uso.