Ariete 1358/11 - Cafetera Eléctrica Moka Aroma 2-4 Tazas 400W Negro
42€
La cafetera italiana (también denominada moka) es ya un clásico en las cocinas. Es uno de los diseños convertidos en icono atemporal, que no pasa de moda y, gracias a su eficacia, nunca pasa de moda. Su mecanismo es muy sencillo, pero para aprender a hacer un buen café usando esta cafetera es necesario saber cómo utilizar una cafetera italiana.
Su origen se sitúa en Italia en la década de los 30 del siglo XX, cuando se estaban perfeccionando las máquinas expreso para un uso profesional. Así mismo, se buscaba una forma de hacer café en casa y que permitiera a cualquier persona disfrutar de un buen café recién hecho en poco tiempo.
Y así, el ingeniero italiano Alfonso Baletti diseñó y patentó esta revolucionaria cafetera en 1933. Fue bautizada como Moka Express y estaba fabricada en aluminio, siguiendo los estilos de la época como el Art Decó. Su diseño no tardó en causar sensación y terminó asentándose en la mayoría de hogares italianos.
Hoy en día, podemos encontrar en el mercado cafeteras que disponen del mismo mecanismo de diferentes marcas y fabricantes.
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Su mecanismo es bastante sencillo a la par de ingenioso, siendo un perfecto ejemplo de ingeniería simple aplicada a la economía doméstica.
La cafetera podemos dividirlas en 3 piezas principales que consisten en un depósito, un embudo o cacillo para el café, y una parte superior con forma de jarra con tapa que cuenta con un filtro fino y una goma en su parte inferior.
Al dar calor a la parte inferior con agua, ésta se calienta hasta los 90ºC creando una presión que hace que el agua pase por el cacillo de café, se infusione y se eleve por el conducto, atravesando el filtro hasta la chimenea de la jarra superior. De esta forma, el café sale ya hecho y llenando la jarra.
Antes de utilizar una cafetera por primera vez, hay que separar todas las piezas, limpiarlas y secarlas bien sin usar detergente. Y después seguir estos consejos:
La calidad del café es fundamental para que la bebida salga bien. Hay que recordar que es un ingrediente delicado, sensible al contacto con el aire y a los olores externos, ya que enseguida se oxida y pierde el aroma.
Si se desea un café perfecto, hay que invertir en un molinillo de café para moler los granos al momento, aunque si no somos sibaritas, podemos adquirir el café molido. Es importante que el tueste sea natural (no torrefacto ni mezcla) 100% arábiga o robusta, según prefiramos.
La molienda también es importante. Hay que buscar un punto de molido medio, no tan fino para una superautomática espresso, ni tan grueso como en una cafetera de filtro.
Calentamos el agua mineral hasta que rompa a hervir y llenamos el depósito de la cafetera hasta justo bajo la válvula.
Seguro que te preguntarás por qué usar agua caliente. Es recomendable que el café molido no se caliente demasiado antes de infusionar con el agua. No hacer esto puede quemar el café reduciendo el aroma y el sabor, incluso formar un café más amargo.
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Se rellena cogiendo con una mano el cacillo y, con la otra mano, se echa el café sin presionar antes de colocarlo en la base. Al contrario que otros modelos de cafetera, no necesita que el café esté compacto. Podemos nivelar el café sobrante con una cucharilla y limpiar los bordes del cacillo.
Teniendo cuidado de no quemarnos al tocar la base, encajamos la parte superior y giramos bien, agarrando por el cuerpo y no por el asa. Antes, debemos comprobar que la goma esté en condiciones, blanca y sin señales de rotura o moho.
Colocamos la base sobre el fuego o placa de cocina en el tamaño correspondiente (nunca en uno más grande que el diámetro de la cafetera). Escogemos una temperatura media-baja y dejamos la tapa abierta.
Hay dos motivos por los que dejar la tapa abierta. Por un lado, se puede comprobar si el café sale a un ritmo normal y, por otro lado, que no se calienta tanto consiguiendo una bebida más equilibrada, fresca y dulce.
Para evitar las salpicaduras, podemos conseguir una faldilla o tapa que incluyen algunos modelos.
Una vez que el café salta con fuerza, cerramos la tapa y apagamos el fuego, retirando el aparato cuando el café haya salido por completo. En cuanto escuchemos el burbujeo, significa que el café está listo.
El café ha de tomarse recién hecho y nunca hay que recalentarlo en la cafetera. Se puede realizar, pero el café perderá calidad y sabrá más a quemado y a amargo. Y, por supuesto, sin los aromas de los granos originales.
Al utilizar una cafetera italiana, hay que recordar unos principios básicos y recomendaciones de seguridad:
Para limpiar la cafetera italiana, es mejor seguir unos consejos básicos de mantenimiento y limpieza:
Como hemos visto, utilizar una cafetera italiana es muy sencillo y solo hay que seguir unos fáciles consejos de uso, limpieza y mantenimiento para disfrutar de ella y que haga un café con una gran calidad en cuanto a sabor y aroma.
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