Para darle nombre a un electrodoméstico o cualquier otro aparato electrónico, los fabricantes eligen una referencia (numérica, alfanumérica o alfabética), un EAN y un Número de Serie (S/N). El primero de ellos, la referencia, indica qué tipo de modelo es, lo que determinará sus características, medidas, color, etc. El EAN es una serie de 13 números único en todo el mundo y que solo encontrarás relacionado con dicha referencia. Si alguno de los detalles de las prestaciones cambia, entonces la referencia y el EAN también lo harán.
Finalmente, la última identificación que tiene un aparato y la más personal es el número de serie. Al igual que el EAN, es único, pero para un solo producto. Viene a ser el DNI del producto y ni siquiera en otro aparato de la misma referencia y mismo EAN encontrarás exactamente el mismo S/N.
¿Para qué sirve el número de serie?
Al igual que el documento de identidad de una persona, sirve para especificar exactamente el aparato que tú tienes en tu propiedad. Con él se podrá determinar la fecha de fabricación, lugar, etc.
El número de serie lo necesitarás en diversas ocasiones, como por ejemplo cuando precises de asistencia técnica o cuando contrates una extensión de garantía.
Para este tipo de casos, será importante que lo tengas a mano, ya que tanto el servicio técnico (SAT) del fabricante como la empresa que ofrece una ampliación de garantía, te lo van a solicitar.