Si bien la dieta mediterránea aconseja limitar el consumo de fritos, si éstos se realizan en unas condiciones óptimas de temperatura y con aceite de calidad no absorben apenas grasa y a quién no le gustan unas patatas fritas como acompañamiento de una carne o un pescado... Una freidora nos permite realizar estas preparaciones en condiciones seguridad y sin pérdida de calidad del alimento.
¿En qué debo fijarme antes de adquirir una freidora?
Este gráfico muestra los precios medios de Freidoras de las 10 marcas con mayor cantidad de artículos. 169 € es el precio medio más alto de las 10. La marca de Freidoras con precios más bajos es Jata
Capacidad: si es muy pequeñatardaremos demasiado en cocinar los alimentos, en varias tandas, o sobrepasaremos la capacidad recomendada, lo que afecta a la cocción. Si por el contrario es demasiado grande gastaremos energía inútil para calentar un volumen de aceite innecesario y su renovación será más cara.
Control de temperatura. La freidora debe ser capaz de trabajar con aceite entre 160 y 190 grados centígrados: por encima de esa temperatura y el aceite se quema y se degrada, por debajo los alimentos absorberán demasiado aceite.
Limpieza. Es una de las tareas más engorrosas en la cocina: debemos comprobar que el aparato se desmonte cuanto más mejor y que las distintas piezas puedan meterse en el lavavajillas.
Freidora tradicional vs freidora por aire caliente
Con el objeto de recuperar la cocina sana y eliminar los riesgos que demasiados fritos pueden tener sobre la salud, multitud de marcas han apostado por el desarrollo y fabricación de freidoras por aire caliente, que funcionan por convección, de forma parecida a como lo haría un pequeño horno, y con una cantidad mínima de aceite, lo que provoca que por el camino varíe un poco el sabor del alimento y se reduzca el efecto crujiente de los fritos tradicionales.
Por otro lado, y precisamente por la reducción en el contenido de grasa, son mucho más fáciles de limpiar y resultan más baratas de mantener, aunque sí es cierto que su consumo eléctrico es más alto.
A la hora de la compra resultan menos económicas que las tradicionales, pero en función de las necesidades de nuestra familia y el uso que le vayamos a dar pueden resultar fácilmente amortizables. Además, en nuestra web puedes encontrar las mejores opciones y, como siempre, a unos precios irresistibles.
